Un poco de historia
En realidad, nació como un asiento bajo, sin respaldo, de características blandas y con relleno. Fue introducido en Europa durante el siglo XVIII por los turcos, quienes, acompañados de un cojín, lo tenían de asiento doméstico.
Se denominaba sillón otomano como sinónimo de diván. En sus orígenes, era espacioso, para que cupieran en él varias personas a la vez; se colocaba en los rellanos de escaleras. Posteriormente, se utilizaron como pequeños bancos individuales, además de apoyapiés para los sillones. Durante la época victoriana temprana el asiento otomano se transformó en una pieza típica.
Ventajas del puf
- Son multifuncionales, que pueden hacer no solo de asiento, sino también de mesita, reposapiés, etc.
- Ocupan muy poco espacio
- Se pueden trasladar cómodamente a cualquier sitio
- Lucen en cualquier sitio: habitación, salón, cocina..
- Combinan con cualquier tipo de decoración
Numerosos diseños
Actualmente existen miles de modelos. Los hay más ligeros o más robustos, y de forma cónica, cuadrada. También hay puf infantiles, para animales, etc. Veámoslos:
Puf cubo
Es el clásico, que a todos gusta
Puf taburete
El puf tradicional para asiento
Puf pera
Se trata de un modelo blando, con forma de pera
Puf lounge
Perfectos para descansar, los hay de tamaño XXL
Puf tumbona
Más alargado, suple a una cama
Puf sillón
Con una estructura más rígida, hace las veces de sillón. Éste es de Ikea
Decora con puf
Los colores neutros, como el blanco, el negro y el rojo, siempre armonizan con cualquier estilo. Si te apetece más variedad, prueba a combinar varios, unos en liso y otros con estampado.
Para terrazas y poches, los de ratán quedan perfectos, pues combinan perfectamente con el ambiente del exterior.