Se dice que en otra época la forja era un signo de domino, la casa que tuviera las rejas más engalanadas y recargadas pertenecía a la familia con más poder. Hasta nuestros días no ha llegado ese símbolo de ostentación de supremacía pero si ha perdurado el gusto por la belleza de los elementos forjados, así como, su uso como elemento decorativo.
La creación de piezas de metal modeladas es un trabajo laborioso que realizan grandes artesanos, por lo que, cuando escojas un elemento
para tu hogar se tratará de una pieza única e inigualable. Además, al realizarse con metales, principalmente con hierro, poseerás componentes caracterizados por su alta resistencia y durabilidad.
Existen cabeceros y camas completas hechas de forja, galanes de noche, sillas, marcos para espejos, aplicaciones para puertas o ventanas, etc. El metal se talla consiguiendo unas formas espléndidas y espectaculares, calados, decoración bucólica, figuras fantásticas, todo lo que puedas imaginar.
La forja encaja tanto en el ámbito rústico como en el más moderno y minimalista, incluso pueden aportar un aire romántico a las estancias. Todo ello dependerá del estilo de la pieza que queramos utilizar, así como de la cantidad de detalles que le queramos añadir.