Si eres de esas personas que se resiste a poner un suelo de tarima en su casa, ya sea porque piensas que es más caro, difícil de mantener o por otras causas, te damos una lista de diez razones para terminarte de convencer.
1. Aislante. El suelo de madera protege del frío y amortigua el ruido.
2. Elegancia. Aporta un aspecto atractivo y distinguido a la casa
3. Diseño.
Puedes escoger el color, tipo de material y forma que más te guste, ofrece muchas variedades.
4. Suave. El acabado de la tarima tiene un tacto liso, delicado y confortable para que, al pisarlo, resulte más cómodo.
5. Montaje sencillo. La tarima es es fácil de poner y, también, de quitar. Al contrario que el parquet, las lamas no tienen que ir pegadas o atornilladas, sólo hay que unirlas como si fuera un puzle y encajan perfectamente.
6. Mantenimiento bajo. Su conservación y cuidado es mínimo, no necesita ningún tipo de tratamiento.
7. Fácil de limpiar. Su superficie lisa y no porosa, favorece que la limpieza sea sencilla.
8. Ecológica. Existen tarimas hechas con materiales sintéticos que imitan la madera, por lo que puedes dar estilo a tu casa a la vez que proteges el medio ambiente.
9. Duradera. Aunque al principio puedas pensar que el coste es algo elevado, su durabilidad hace que se convierta en una gan inversión.
10. Antialergias. Los suelos de tarima atraen menos el polvo, además al evitar las alfombras se acumularán menos ácaros.